El tráfico es intenso y caótico en Katmandú. Vendedores ambulantes; mercadillos en cualquier esquina en la que encuentras una improvisada carnicería llena de moscas; pujas en los templos hindúes; el olor característico del río Bashmati y las eternas montañas que flanquean la ciudad con su imponente altura. Si el Monzón te atrapa con carreteras cortadas y cortes frecuentes de electricidad, lo mejor que puedes hacer es empezar a acostumbrarte a este rincón del mundo que conforma un propio universo. Mal momento si estás atravesando tormentas personales, de esas que cuestionan tu forma de vida y buscan enfrentar tu verdad con La Verdad.
María se encontraba en Katmandú en uno de esos días, con sensaciones enfrentadas que a veces la animaban al suicidio, pero también con anhelos escondidos de ayudar a los demás; y así, arrastrando su vida rota, se encontraba enrolada en una misión humanitaria que buscaba supervivientes en aquel terremoto ocurrido en Nepal en 2015 (¿lo recordáis?).
Su historia podría encajar perfectamente en este tema de Fito Páez, una escapada ruidosa a través de imágenes y vivencias difíciles. A veces refleja la búsqueda anhelada (“Dime Dios... ¿hay stop? ... donde estés, dímelo”); otras veces refleja el rechazo más profundo, la tentación que siempre está al acecho (“No todo el mundo va a dejarse caer, no todo el mundo va a arrastrarse a tus pies, lo que me falta no es mi falta de fe...")
Y así, tras su particular torbellino en Katmandú, nos llega ahora su testimonio narrado de una forma hipnótica, impresionante. La mirada y la voz de María te atrapan y no te dejan salir de su historia; es imposible empezar a ver el vídeo y no terminarlo.
El itinerario de sus acontecimientos vitales te va guiando hasta aquel cruce, el más atestado y confluido de esta cuidad; allí acabó llegando, huyendo de algo o de Alguien... y no pudo evitar encontrárselo de frente. Así es el tráfico por Katmandú... dale al play y lo comprobarás...
Y ahora, para no dejarte con la intriga del tema que inspiró esta entrada, el rock más visceral de Fito Páez:
Y te digo
Que desde adentro yo me puedo mover
Hice un agujero en una inmensa pared
Prendí la radio y escuche y escuche
200 chicos mueren hoy sin su AZT
Dime Dios Hay stop?
Donde estés dímelo
Si hablábamos de luz
Del trafico por Katmandu
No todo el mundo va a dejarse caer
No todo el mundo va a arrastrarse a tus pies
Lo que me falta no es la falta de fe
Tendrías que pensarlo seriamente esta vez
Ademan Art Deco
Muéstrame quémalo
Si hablábamos de luz
Debajo de la Cruz del Sur
No tengo prisa no hay a donde llegar
Este milagro es de un perfecto cristal
Sabiduría pop me lo hizo entender
Que siempre fue lo mismo el mono y Citizen Kane
Yo también perdí quimeras
Pero me hice buen voyeur
Y te digo
Que desde adentro nos podemos mover
Hace un agujero en una inmensa pared
Después sácate poco a poco la piel
La sangre es para siempre
Nada puedes hacer
Además, vos y yo
Ámame por favor
Si amábamos la luz
Debajo de la Cruz del Sur
Siempre mas, never stop
Te ofrecí mi corazón
Si hablábamos de luz
Del trafico por Katmandu