martes, 31 de enero de 2017

Ouro de tolo (Raul Seixas)


   

     El mundo del rock siempre se ha teñído de leyendas de vida desordenada y desenfreno. Sexo, drogas y rock'n'roll son los atributos clásicos con los que se han adornado las mil y una historias de músicos y cantantes; y mucho de intencionalidad han puesto en ello gran número de artistas, empeñados en estar en el candelero más por sus vidas privadas, que por el mérito de sus obras. Raúl Seixas, uno de los padres del rock brasileño, no iba a ser menos, no por tener poca valía artística, sino por lo estrafalario de sus hazañas; de hecho, su vida entera parece haber sido el guión de una peli de intriga, terror, drogas, líos amorosos, y una muerte no menos trágica.
     Como buen rockero, utilizó el género musical como medio de expresión y protesta antisistema en un Brasil sumido en la dictadura, la cual no tardó mucho en echarle el guante con la posterior tortura y exilio a Estados Unidos. 
     No es fácil condensar su vida, pero diremos como rasgos esenciales de su biografía que, tras una formación cultural bastante buena en casa, sus gustos musicales se declinaron pronto hacia los sonidos americanos (blues y rock fundamentalmente), cayendo rendido a los pies de un Elvis Presley que lo empujaría a vivir en busca de rock durante el resto de su vida. Apartado de sus propias raíces musicales, mientras muchos de los artistas contemporáneos de su país se sumían en el tropicalismo allá por los sesenta, Raúl se declaró enemigo de la samba, bossa-nova y demás sonidos autóctonos; fue abriéndose camino mediante el rock con un estilo que, tras los primeros difíciles pasos, luego le brindó buena fama y ventas millonarias (gracias a las cuales se permitió regresar del exilio).


     En estos comienzos musicales, Raúl se mostró desde joven muy interesado en el ocultismo y las ciencias esotéricas, lo cual le llevó a relacionarse, entre otros, con un desconocido Paolo Coelho, absolutamente sumido en sociedades secretas que practicaban estos rituales ocultistas y en ocasiones manifiestamente satánicos. El que luego fuera afamado escritor (adornando sus obras con discretas y controvertidas valoraciones morales cristianas), era en aquellos entonces amigo de lo desconocido y destacaba como versado en todo aquello que olía a ultratumba y extraterrestres, lo que atrajo el interés del joven Raúl. Esta sociedad fructificó en el ámbito musical y Coelho se convirtió en el letrista de muchas de las canciones del músico, acompañándolo fundamentalmente en los primeros discos, puesto que al idílico comienzo le siguió años después, como no podía ser de otra manera, un fulgurante divorcio.
     No conozco al detalle la obra musical de Raúl, pero es cierto que algunas de sus canciones son especialmente bellas, y entre ellas he querido rescatar esta que hoy nos toca: Ouro de tolo (El oro de los tontos). Pertenece a su primer lp, King Gra, donde comenzó la colaboración con Coelho, y donde aún no se plasmaba la radicalización esotérica-religiosa que se respiraba en las sociedades y sectas secretas que frecuentaba, las cuales  proclamaban el ideal de no respetar normas y alcanzar el libertinaje absoluto a toda costa.


   Tras este primer disco seguirían otros que le proporcionarían buena fama e ingresos, hasta que después de muchos desvaríos esotéricos, matrimonios fallidos y alcoholismo profundo, llegaron los años críticos. Entre estos males, la ruptura con Paolo Coelho hasta el extremo de no dirigirse la palabra, el agravamiento de la enfermedad (insuficiencia renal y hepática), y varios episodios escalofriantes de sucesos paranormales con tintes infernales (y no es mera palabrería...).
    De forma especialmente significativa, las cosas se torcieron vertiginosamente tras una sesión de espiritismo en un hotel, donde Raúl y Coelho parece ser que hicieron un "pacto" con el más allá. Nadie sabe bien qué pasó allí, pero a partir de entonces sus desvaríos amorosos, desastres económicos y problemas de salud se incrementaron; curiosamente al escritor le empezaron a ir mejor las cosas y hoy es un afamado millonario que vende libros a mansalva... no me atrevo a pronunciarme sobre quién se llevó la mejor parte del trato ni cuál fue el "precio" del mismo.


    La vida de Raúl termina un 21 de agosto de 1989, al no poder superar una pancreatitis derivada de su alcoholismo, aunque se vio acelerada por su diabetes crónica y por el olvido de haber tomado la medicación la noche anterior. Su último disco fue publicado dos días antes de su muerte (en esto ha coincidido con David Bowie, otro artista que flirteó intermitemente con el ocultismo), y se llamó, cómo no, "La cacerola del diablo".



Eu devia estar contente Yo debía estar contento
Porque tenho um emprego Porque tengo un trabajo 
Sou o dito cidadao respeitavel Soy un dichoso ciudadano respetable
E ganho quatro mil cruzeiros por mes

Y gano cuatro mil pesos por mes 
Eu devia agradecer ao Senhor Yo debería dar gracias al Señor 
Por ter tido sucesso na vida como artista Por haber tenido éxito en la vida como artista 
Eu devia estar feliz porque consegui comprar Debería estar feliz porque me las arreglé para comprar 
Um corcel 73

Un Corcel 73 (coche de moda)
Eu devia estar alegre e satisfeito Debía estar contento y satisfecho 
Por morar em Ipanema Por vivir en Ipanema 
Depois de ter passado fome por dois anos Después de haber pasado hambre por dos años 
Aqui na cidade maravilhosa

Aquí, en la Ciudad Maravillosa
Eu devia estar sorrindo e orgulhoso Yo debía estar sonriendo y orgulloso 
Por ter finalmente vencido na vida Por haber finalmente vencido en la vida 
Mas eu acho isto uma grande piada Pero creo que esto es una gran broma 
E um tanto perigosa

Y un poco peligrosa
Eu devia estar contente Yo debía estar contento
Por ter conseguido tudo que eu quis Después de haber logrado todo lo que quería 
Mas confesso abestalhado Pero confieso asombrado
Que eu estou decepcionado

Que estoy decepcionado 
Porque foi tao facil conseguir Porque ha sido tan fácil de conseguir 
E agora eu me pergunto, e dai? Y ahora me pregunto, ¿y qué? 
E tenho uma porcao de coisas grandes Tengo un montón de cosas grandes
Pra conquistar, eu nao posso ficar ai parado

Para realizar y no puedo quedarme aquí parado
Eu devia estar feliz pelo Senhor Debía estar contento por el Señor 
Ter me concedido o Domingo Por haberme dado el Domingo
Pra ir com a familia ao jardim zoolgico Para ir con la familia al zoológico
Dar pipoca aos macacos Y tirar palomitas a los monos
Ah, mas que sujeito chato sou eu Ah, ¡qué tipo más pesado soy yo!
Que nao acha nada engracado Que no encuentro nada gracioso 
Macaco, praia, carro, jornal, toboga Monos, playa, coche, periódicos, tobogán 
Eu acho tudo isso um saco Creo que todo eso es un coñazo
voce se olhar no espelho Es mirarse en el espejo 
Se sentir um grandessissimo idiota Sentirse un grandísimo idiota
Saber que humano, ridiculo Saberse humano, ridículo, 
Limitado, e que s usa dez por cento limitado, y que sólo usas el diez por ciento 
De sua cabeca animal de tu cabeza animal 
E voce ainda acredita que um doutor Y usted todavía cree que es un Médico,
Padre ou policial Sacerdote o Policía 
E que esta contribuindo com sua parte Y que está contribuyendo con su parte 
Para o nosso belo quadro social A nuestro bello cuadro social
Eu que nao me sento Yo que no me siento
No trono de um apartamento en el trono de un apartamento 
Com a boca escancarada Con la boca abierta llena de dientes
Cheia de dente, esperando a morte chegar esperando a que la muerte llegue 
Porque longo das cercas embandeiradas Porque lejos de las rejas embanderadas
Que separam quintais Que separan los patios
No cume calmo do meu olho que ve En la cumbre calma de mi ojo que ve 
Assenta a sombra sonora Se asienta la sombra sonora
Dum disco voador... de un platillo volador ...

      La letra de la canción parece apuntar, al menos al principio, al hartazgo de aquel que, aún teniéndolo todo, no es feliz. De alguna manera, esta ingratitud confesada da un giro en la última parte de la canción apuntando a una especie de rebeldía interior que se dispersa en un conjuro de desprecios y desvaríos varios....¿Nos suena esto de algo? Y es que, todos estamos llamados a una vocación personal que pide a cada uno su propio compromiso, siempre diferente e individual, y contra el cual no es bueno revelarse, pues el cumplimiento de esa vocación es lo que da la felicidad verdadera.




Del santo Evangelio según san Mateo 19, 16-22


En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Él le preguntó: ¿Cuáles? Jesús le contestó: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama al prójimo como a ti mismo". El muchacho le dijo: Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta? Jesús le contestó: Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo. Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.